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¿Qué tiene de malo el cambio?

Date
Dec, 09, 2018

Recientemente me topé con un “post” en el Instagram de Sarah Sapora, una “influencer”, por decirlo así, que se enfoca en el bienestar corporal… Pero no se enfoca en las dietas, la apariencia, o los suplementos para hacerte bajar de peso. El comentario bajo su foto indicaba que casa vez que subía una foto tipo “before and after” le cuestionaban su propósito y la juzgaban diciendo que porqué no amar el cuerpo que tiene ya, en cambio de querer cambiarlo.

Algo de ese comentario me toco un poquito de cerca. Últimamente en mis redes, el “cambio” es la única constante: un cuerpo redefinido, una fortaleza descubierta, una cicatriz en transición, en fin: cambios. 

You don’t need a cape to fly ✨ 📸: @jadeeee225 @livfitnessclubs @nvillarejo

153 Likes, 11 Comments – Lola Montilla (@lolamontillapr) on Instagram: “You don’t need a cape to fly ✨ 📸: @jadeeee225 @livfitnessclubs @nvillarejo”

Descubrir de todo lo que es capaz de hacer tu cuerpo, también es abrazar el cambio.

Cuando chiquita siempre tuve complejo con mi cuerpo y con mi apariencia. No sé si era los comentarios que me decían, que me hacían sentir como menos, o mi afán tan grande de querer ser como los demás, sin darme cuenta de lo que ya tenía. En ese momento hubiera hecho lo que fuera con tal de bajar de peso y “cambiar”. Cambiar mis hábitos de comida, cambiar la ropa que me ponía, cambiar mi estilo de pelo, cambiar, cambiar, cambiar. Le di una connotación muy negativa al cambio, al punto que me aterraba el cambio. Odiaba salir de mi entorno, y aventurarme solo un poquito, porque para mi, el cambio era corregir un error. Y yo, quería ser cambiada. 

Justo cuando había establecido que no iba a cambiar, e iba a vivir una vida “off the radar” y superficial, el cambio se enfogonó y me alcanzó en la carrera de la vida, en la cual yo arrastraba los pies. Llegó el momento de mi cirugía y como un inflable frente a un dealer de carros en la Kennedy, me dejé manipular por el tiempo y el espacio. El cambio interceptó, derrumbó, destrozó, desgarró, levantó, revivió, apasionó, y me regaló la vida. Ese murmullo dentro de mi, de repente quería gritar. Me percaté, en ese momento histórico, que el cambio me transformó. No me desorientó, ni me hizo sentir como un error que tenía que ser corregido. 

Yo no estaba infeliz, yo no odiaba mi vida ni mucho menos resentía ser la persona que era. Sólo pienso que el universo, Dios, Buda, los ángeles guardianes, o una fuerza más grande que yo, determinaron que tenía un propósito mas allá de flotar por la vida. Le hemos dado una connotación tan negativa a la transformación; porque eso es el cambio, un transformar de eventos, de persona, o de actitud. Aunque al momento no lo parezca, y llores por lo que el mundo te quitó o de lo que el mundo te salvó, al final del día, es todo por tu bien, y no importa lo que sea, tiene un lado positivo, sólo tienes que cambiar tu punto de vista, y cambiar de actitud, y el cambio estará a tu favor. 

December 26, 2018

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